lunes, 21 de febrero de 2011

“De policías, psicólogos y ladrones”


Dado que les he venido hablando de películas no tan tradicionales, o no tan nuevas, pretendo seguir con esta tendencia, y para aprovechar este espacio les comparto este filme, que pueden disfrutar cualquier día y bajo cualquier mood, ya que es precisamente una historia muy casual, divertida, bien hecha y entretenida: Tiempo de Valientes,
La trama gira en torno a la relación del carismático psicólogo Mario Silverstein (Diego Peretti) que junto al serio y centrado agente de policía: Díaz (Luis Luque) tratan de salvar el mundo… Todo comienza cuando este último, quien recién encontró a su mujer cometiendo pecado y siéndole infiel con otro hombre, se ve severamente afectado, por lo que sus compañeros, al notar la depresión en la que se encontraba, sugieren al comandante que se le asigne la ayuda de un profesional para aclarar sus pensamientos, ya que se encontraba con la moral bastante caída.
Puede que algunos les resulte poco difícil acostumbrarse al acénto, pero una vez que la misma química que estos dos personajes se desenvuelve, logran complementarse de tal manera que en realidad no resulta problema alguno para entenderlos, consiguiendo una suerte de simbiosis que, hacia el final de la historia, nos deja un excelente sabor de boca. Los diálogos entre policía y psicólogo están muy bien desarrollados y cuidados. Encontramos un fluido ir y venir de ideas, que además de presentar de manera inteligente las posturas ideológicas, sociales, y hasta personales de cada individuo, le dan un buen lugar al espectador. Sumado a las buenas actuaciones, se sustentan las situaciones que terminan siendo totalmente creíbles. El temple y los momentos particulares de la vida de los protagonistas se enlazan, e incluso se enredan tanto, que la aventura por la que atraviesan alcanza un punto tal que nos resulta imposible abandonarlos sin llegar con ellos hasta el desenlace.
Sobre el ritmo de la película, es constante, y bien marcado. Además de tener un principio muy envolvente y un planteamiento inicial completo, cuenta con las pausas necesarias para tomar diferentes perspectivas dentro de la historia. Tiene sus momentos “Duro de Matar”, con las consabidas explosiones, peleas y cercanías con la muerte, así como sus instantes “Arma Mortal”, donde el heroísmo y la salvación de la tierra conservan picos de humor al tiempo que muestran momentos de reflexión para cada uno de los protagonistas.
Acerca del planteamiento de personajes secundarios, pienso que hay momentos muy buenos y bien cuidados, pero que en otras ocasiones son un tanto forzados. El problema es que una vez que tienen su aparición en la historia, podemos darlos por terminados, pero tomando por sorpresa su regreso, aparecen en la trama, y llegan a tomar importancia en la historia.
La particular manera en la que los temporales compañeros del caso se conectan, se debe a que las dos personalidades y vivencias se contraponen. Ambos adquieren conocimientos y experiencias uno del otro, representan los deseos que nunca pensaron tener, o simplemente como anhelo de una idea a lo que uno no esperaba del otro. Los cambios en la historia invierten papales, donde de repente podremos identificar al policía llevar una especie de terapia/interrogatorio, o actuar de manera analítica, como a su vez, al psicólogo llevar una vida extrema, tomando razones por hechos y actos reales, o incluso hasta el descubrimiento de la eterna y cliché pregunta sobre el origen entre el huevo o a gallina.

La investigación del caso, los lleva por diferentes rumbos, como bien comunes son los robos de coches en casi todas las ciudades, hasta conocer a diferentes grupos de mafiosos con los cuales tendrán que lidiar para conseguir información. Las habilidades del doctor y la suspicacia del detective, resultan útiles a la hora de avanzar a la siguiente pista. Pero aclaro: no son una pareja muy común.

A pesar de que la película no cuenta con efectos especiales de gran presupuesto, logra su cometido al incluir humildes pero efectivas secuencias de acción, que se complementan con el humorismo y la ironía que sólo un guión bien trabajado puede amalgamar. En tanto a que sea producción latina, es sobresaliente, de muy buen gusto y totalmente recomendable para quienes se interesan en una historia que va desde el asesinato hasta la posibilidad de una guerra nuclear, pasando por la corrupción policial, la infidelidad y el complejo de Edipo.
Tiempo de Valientes es una producción argentina del año 2005. El guión y la dirección están a cargo de Daniel Szifrón y sus protagonistas son Luis Luque y Diego Peretti. También participan: Oscar Ferreiro, Gabriela Izcovich, Martín Adjemián y Tony Lestingi.

Chequen el Trailer, y díganme si les interesa o no.
Mínimo, yo la recomiendo.

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