Resulta que asistí al pequeño foro conocido como “El Dianita” (Nombre oficial: Estudio Diana) que no es más que un cuarto que está cerca de la entrada principal, a mano derecha subiendo las escaleras.
De primera impresión y lo primero que vi en cuanto entré, fueron dos pantallas. Una al fondo y otra a mano derecha con letritas. En la parte de la izquierda, estaba una tercera pantalla, donde exactamente a la altura de la cara, proyectaba la imagen de lo que estaba detrás de ella. Con este efecto, resulta impresionante ver el cuerpo de una persona debajo de una pantalla, para que dentro de ella, la proyección muestre a detalle sus expresiones; boca, nariz, ojos, y demás muestras corporales faciales que no les puedo poner nombre.
Ahora: lo llamativo de la obra, y sobre las otras dos pantallas que no les había hablado, resulta que la obra es de origen Serbio y los diálogos de la misma, están en su idioma. Entocnes, las pantallas servían como apoyo a las traducciones, para que de esta manera, el espectador, estuviera atento a los diálogos mostrados en pantalla, y a tratar de descifrar que diálogo le corresponde a cada actor.
El nombre de la obra es “El amor de Fedra” que como tópico principal, lleva al espectador a una reflexión entre el sufrimiento personal, el peso que puede llega a generar el dolor de un tercero sobre uno mismo, y las cargas de soledad, problemas de salud. Sobre todo, el morbo y las bizarras mezclas que puede haber entre el amor y la felicidad.
Fedra está enamorada/obsesionada con el hijo de su ausente esposo, que como presa de los nuevos tiempos, resulta ser un poco infantil, pero vive a base de una actitud llena de soberbia como al mismo tiempo de indiferencia. Su nihilismo lo lleva a desprestigiar el amor de su madre, como al mismo tiempo al de su hermana, que también como parte de las nuevas corrientes y panoramas, el sexo se ve involucrado entre sus relaciones. Un “pico” y giro en el desarrollo de la historia, repunta cuando Fedra acusa a su hijo de violación llevándola a dejar caer el peso de su cuerpo suspendido de una cuerda amarrada a su cuello.
La obra también hace referencia a la diversidad entre clases sociales dentro de un sistema burgués. Ataca y se burla a los moldes religiosos. Todos aquellos susurros , voces y malas lenguas que sabemos que existen, pero pocas veces nos detenemos a escuchar, toman su importancia y terminan gritando y recriminando al asesino inocente. (víctima de un circulo incosistente y con una evolución incierta)
Por otra parte, prefiero hacerme notar desconocedor e inculto, pero sus representaciones y forma de llevar a sus personajes me parecieron algo diferentes a lo que he visto antes. La obra está dirigida por Iva MiloševiĊ (que tratando de respetar el nombre original, puedo perder un poco el formato) y la compañía “Jugoslovensko Dramsko Pozorište” han recorrido ya considerables países, desde Eurpopa hasta América. Se fundó desde 1948 tras la segunda guerra mundial, y recolectando talento de toda la zona de países bajos y sus alrededores, se ha ido trabajando y puliendo, hasta llegar a nuestros días. La fuerte tendencia de la zona y el paso de los años, los hizo relacionarse mucho con las nuevas tendencias del teatro de Moscú, pero la compañía se ha mantenido ligada a la gran tradición literaria y el sello que los identifica.
Si de plano no les doy una idea, ojala este video les diga algo.
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